La industria de servicios financieros está experimentando una transformación dramática con inteligencia artificial (+), monedas digitales e iniciativas financieras sostenibles.
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2025 será un año desafiante y de oportunidades para los bancos y los servicios financieros, ya que la disrupción tecnológica y la incertidumbre económica continúan remodelando el panorama financiero, junto con cambios dramáticos en el comportamiento de los consumidores y los requisitos regulatorios.
A mediados de esta década, las instituciones financieras establecidas se apresuran a implementar soluciones de inteligencia artificial y mejorar la experiencia del cliente, mientras enfrentan una presión sin precedentes por parte de bancos desafiantes y disruptores de tecnología financiera.
A continuación se presentan las 10 tendencias más importantes que los bancos y las empresas de servicios financieros deben abordar y aprovechar para seguir siendo competitivos.
1. La IA administrativa se está volviendo cada vez más sofisticada
Para 2025, la automatización de tareas diarias como el procesamiento de transacciones, la conciliación, la entrada de datos, el cumplimiento y la detección de fraude será algo común. Una mayor eficiencia y una reducción del error humano reducen significativamente los costos operativos. Una vez que los bancos y otras organizaciones de servicios financieros dominen estos primeros casos de uso y alcancen un nivel suficiente de madurez de la IA, podrán buscar implementaciones más avanzadas, incluida la toma de decisiones totalmente autónoma y la evaluación de riesgos en tiempo real. Hacer esto bien conducirá a mayores ganancias de eficiencia, pero también habrá que enfrentar grandes desafíos en torno a los datos de los clientes, la privacidad y el uso ético de la IA.
2. Chatbots y asistentes de IA en atención al cliente
Los chatbots autónomos se están convirtiendo rápidamente en una parte integral del servicio al cliente, ya que pueden brindar soporte las 24 horas del día, los 7 días de la semana y manejar interacciones cada vez más sofisticadas. A medida que avancemos hacia 2025, estos robots comenzarán a evolucionar hasta convertirse en agentes capaces de manejar tareas que requieren múltiples acciones y habilidades de resolución de problemas mucho más complejas. Estos agentes automatizados de servicio al cliente pueden brindar soporte proactivo, anticipar las necesidades de los clientes y crear una experiencia de cliente más personalizada y fluida.
3. Planificación y asesoramiento financiero generativo
Otra área donde surgirá la IA generativa para manejar interacciones más complejas es la planificación y el asesoramiento financieros. Los agentes de IA combinan la capacidad de profundizar en los datos de comportamiento de los clientes con los últimos avances en procesamiento del lenguaje natural (NLP) para asesorar a los clientes sobre la mejor manera de aprovechar al máximo sus ahorros, pensiones e inversiones. Este asesoramiento se adapta a sus necesidades individuales, y la IA actúa como un asesor financiero virtual.
4. Productos financieros sostenibles e inversión ética
En 2025, los clientes exigirán cada vez más productos financieros sostenibles y éticos. Esto significa oportunidades para invertir en iniciativas de energía renovable y fondos de inversión centrados en ESG. Los bancos y otras instituciones deben ser transparentes sobre datos como el uso de energía y las emisiones de carbono generadas por las transacciones, y garantizar que los clientes estén bien informados sobre cómo sus decisiones financieras afectan su huella ambiental. Los bancos y las instituciones financieras que hagan esto bien se posicionarán como socios muy valiosos que permitirán los propios esfuerzos de sus clientes hacia la sostenibilidad y la descarbonización, creando muchas oportunidades para nuevos negocios.
5. Moneda digital del banco central
Piense en ellas como criptomonedas seguras respaldadas por el gobierno. Es dinero electrónico diseñado para permitir a los bancos centrales beneficiarse de la conveniencia y utilidad de las redes de transacciones basadas en blockchain sin estar expuestos a los riesgos, la volatilidad y el fraude actualmente asociados con las criptomonedas. Para 2025, China, la eurozona, Brasil, Tailandia y muchos otros países con renminbi digital experimentarán con CBDC, lo que refleja el avance hacia un sistema financiero global más digital.
6. Finanzas cuánticas
La aplicación de la computación cuántica a las cargas de trabajo de servicios financieros del mundo real es actualmente muy experimental. Pero con un interés e inversión crecientes, ¿podría ser 2025 el año en que veamos implementaciones operativas tempranas? La computación cuántica implica aprovechar las extrañas habilidades de las computadoras cuánticas, como el entrelazamiento y la superposición, lo que implica poder realizar ciertas operaciones computacionales millones de veces más rápido. Los posibles casos de uso en finanzas van desde el análisis de riesgos, la detección de fraudes, el comercio automatizado, la calificación crediticia, la ciberseguridad y el desarrollo de criptografía preparada para el futuro.
7. Servicios bancarios y súper aplicaciones de próxima generación
La conveniencia de administrar las operaciones financieras desde una aplicación centralizada y una plataforma digital está alejando cada vez a más clientes de las instituciones financieras tradicionales. Esta tendencia se está acelerando gracias al continuo aumento de nuevas empresas de tecnología financiera, retadores y “súper aplicaciones” como WeChat y PayTm. Estos brindan servicios financieros y de pago, junto con funciones de comunicación y estilo de vida, como viajes compartidos y comercio electrónico.
8. Regulación, supervisión y transparencia de la IA
A medida que los servicios financieros implementan agresivamente la IA en todas las áreas de sus operaciones, también deben enfrentar una mayor supervisión regulatoria. En 2025, se introducirán nuevas reglas y leyes a medida que los legisladores implementen un marco diseñado para promover la confianza y la transparencia al tiempo que eliminan los riesgos de sesgo y de IA poco ética. De cara al año 2025 y más allá, navegar por este cambiante panorama legal será un desafío tanto para los bancos, las instituciones de servicios financieros como para las nuevas empresas de tecnología financiera.
9. El futuro del trabajo y la solución de la crisis del talento tecnológico
Los empleos están cambiando, al igual que los tipos de empleos que requieren las organizaciones de servicios financieros. Una parte clave de este desafío es comprender exactamente qué nuevos roles se necesitarán, desde ingenieros de inteligencia artificial generativa hasta analistas de ciberseguridad y estrategas de transformación digital. Cerrar la brecha de habilidades que impide que muchas organizaciones aprovechen las oportunidades de la IA será un desafío clave en 2025. Esto incluye la mejora y el reciclaje de habilidades, la promoción de la diversidad en la contratación y la formación de asociaciones educativas para crear oportunidades de aprendizaje permanente.
10. Preparación cibernética y resiliencia en tiempos de incertidumbre
A medida que aumentan la amenaza de ciberataques, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica, los bancos y las instituciones financieras deben dedicar cada vez más recursos a garantizar la resiliencia operativa. Esto incluye planes de contingencia sólidos para permitir la continuidad del negocio frente a interrupciones en la cadena de suministro y cambios en el comportamiento de los clientes causados por guerras, pandemias globales, interrupciones relacionadas con el clima u otras amenazas. Incluye el establecimiento de un plan de respuesta. Demostrar resiliencia ante la incertidumbre es fundamental no solo para generar confianza en los consumidores, sino también para afrontar toda la gama de posibles amenazas existenciales que enfrentarán las organizaciones de servicios financieros en 2025.
La industria de servicios financieros siempre se ha centrado en la confianza, la seguridad y el servicio. Lo que cambiará en 2025 es cómo se implementan estos fundamentos. Los bancos exitosos no sólo están adoptando nuevas tecnologías; están repensando fundamentalmente lo que significa la banca en la era digital. El futuro de la banca no será sólo digital, será inteligente, sostenible y más humano que nunca.