En una discusión reciente con el Dr. Joe Dituri en Power Athlete Radio, exploramos los riesgos significativos que plantea la dependencia de Estados Unidos de medicamentos extranjeros. Actualmente, el 75% de los medicamentos genéricos utilizados en Estados Unidos se importan del extranjero, particularmente de países como India y China. Esta dependencia plantea dudas sobre la resiliencia y la seguridad del sistema de atención médica de EE. UU., especialmente si interrupciones inesperadas interrumpen el suministro.
Para muchos estadounidenses, los medicamentos genéricos son esenciales para el tratamiento asequible de las enfermedades crónicas. Sin embargo, esta dependencia significa que la salud de millones de personas podría estar en riesgo si se interrumpen las cadenas de suministro. El Dr. Dituri y yo consideramos una variedad de escenarios que podrían afectar las líneas de suministro farmacéutico, incluidas tensiones políticas, desastres naturales y brotes de enfermedades infecciosas. Un escenario de particular preocupación es la posibilidad de una pandemia que involucre patógenos más mortales que el COVID-19, como el MERS (síndrome respiratorio de Oriente Medio). El MERS es extremadamente mortal, mata hasta el 50% de los infectados, y es rápidamente contagioso, potencialmente devastador para comunidades muy involucradas en la producción de drogas.
Esta dependencia global se ve exacerbada por la forma en que el sistema de seguro y atención médica de Estados Unidos está estructurado para priorizar opciones genéricas más baratas, a menudo sin evaluar completamente el impacto en la salud del paciente. La atención sanitaria estadounidense se ha centrado cada vez más en los productos farmacéuticos, lo que deja a millones de personas con el control de los síntomas a largo plazo en lugar de explorar soluciones sostenibles que aborden sus problemas de salud subyacentes. Debido a esto, sigo dependiendo de los medicamentos diarios. Este enfoque no sólo limita las opciones de atención médica sino que también hace que la población sea más vulnerable a las interrupciones en el suministro de medicamentos.
El enfoque en soluciones farmacéuticas resalta la necesidad de buscar alternativas que promuevan una salud sostenible sin depender de los medicamentos. Como señala el Dr. Dituri, la oxigenoterapia hiperbárica (TOHB) es un enfoque prometedor que tiene el potencial de reducir la dependencia de los productos farmacéuticos. TOHB apoya la reparación y regeneración celular al aumentar los niveles de oxígeno del cuerpo a través de una cámara presurizada, lo que ayuda al cuerpo a hacer frente a enfermedades crónicas sin necesidad de productos farmacéuticos. Esta terapia alternativa se ha mostrado prometedora en el tratamiento de afecciones que van desde lesiones cerebrales traumáticas hasta inflamación crónica, y ofrece un camino para reducir la dependencia de los medicamentos diarios.
La consideración de opciones como TOHB y otros tratamientos no farmacológicos es coherente con un movimiento más amplio para empoderar a los pacientes para que gestionen su salud de forma sostenible, accesible y menos dependiente de los fármacos. A medida que se integren más tratamientos como TOHB en el sistema de atención médica, menos pacientes dependerán únicamente de medicamentos fabricados en el extranjero, lo que hará que el sistema de salud estadounidense sea más resistente y menos vulnerable a las interrupciones en la cadena de suministro farmacéutico.
Reducir la dependencia de medicamentos extranjeros no sólo nos hará más resilientes ante futuras perturbaciones; También se trata de dar a las personas más opciones y mayor autonomía en la gestión de su salud. Al adoptar enfoques holísticos y tratamientos alternativos, podemos comenzar a construir sistemas de salud que respalden la salud a largo plazo y reduzcan los riesgos asociados con la drogodependencia global. A medida que evolucionan los sistemas de salud en todo el mundo, Estados Unidos tiene la oportunidad de liderar al priorizar tanto el bienestar del paciente como la seguridad nacional y desarrollar resiliencia en nuestras estrategias de atención médica.
En otras palabras, la dependencia de Estados Unidos de medicamentos extranjeros es más que un simple riesgo logístico. Es un llamado a explorar enfoques sostenibles y no farmacéuticos para la atención médica para garantizar que nuestra gente permanezca sana y resiliente sin importar los desafíos globales que se avecinan.